En 1881 apareció en Italia un periódico para niños llamado “Giornale per i bambini”. Lo fundó Ferdinando Martini. Con otros colaboradores trabajó para su primera edición. Uno de esos colaboradores fue Carlo Collodi, quien -según sus propias palabras- anduvo perdido en los juegos de azar. El director del Diario le había llamado la atención en varias ocasiones. Una noche, Collodi perdió todo. Al cabo de unos días envió a Martini cuatro carpetas con la inscrita “Storia di un burattino“ y una nota que decía: "Te envío esta “infantilada”, haz lo que quieras; pero si la publicas págame bien, para tener ganas de seguirla”.

Collodi narra la historia de un niño de madera que vagaba por las calles, pobre, hambriento, mentiroso, que no acepta las críticas o correcciones de personas que lo quieren aconsejar.

Martini no se convenció, y solo soltó unas monedas para Collodi. Las desventuras acabaran con el asesinato de Pinocchio a manos de un par de ladrones (el Zorro y el Gato) que lo colgaron de un árbol. El burattino no volvió a aparecer.

Final inesperado. Pinocchio no se merecía. No era malo. Y sus lectores lo sabían. Muy dentro de aquel trozo de madera palpitaba un noble corazón.

Los niños comenzaron a escribir al Diario preguntando por Pinocchio. Comenzaron a llegar cientos de cartas de niños, muchos de ellos protestando. Tantas que Martini llegará a un acuerdo con Collodi y responderá:

"El Sr. C. Collodi me escribe que su amigo Pinocchio está siempre vivo y que en su nombre podrá contar todavía más aventuras. Es normal: una marioneta, una cosa de madera ya que Pinocho tiene huesos duros, y no es tan fácil enviarlo al otro mundo, por eso nuestros lectores están advertidos: pronto comenzaremos la segunda parte de la Historia de un burattino titulada “Las aventuras de Pinocchio. "

El éxito fue tan grande que es una de las obras más leídas de la literatura universal, cuenta con traducciones a más de doscientos cincuenta idiomas. Collodi no lo sabía en aquel momento. Pinocchio se convertirá en una de las historias más conocidas de todos los tiempos.

Investigación: Noi Siamo